viernes, 6 de abril de 2012

¿y tú cómo te llamas?

vamos a hablaros de un libro, de un autor y de otro autor. el libro es Cosas que los nietos deberían saber, el autor es Mark Oliver Everett y el autor es Pete Townshend. el libro de Mark Oliver Everett ha sido editado no hace mucho por una editorial independiente con un creciente catálogo compuesto de pequeñas (o no) joyas, con formatos tan cuidados que da gusto ver, tocar, abrir, oler y disfrutar cada uno de sus libros. como es costumbre, al menos para ciertos lanzamientos, el libro viene acompañado de una ristra de declaraciones de gente que supuestamente entiende y sabe de lo que está hablando. aquí entra en juego Pete Townshend el bueno y su maravillosa declaración: "El mejor libro escrito jamás por un artista". ¿cómo te quedas? yo también. si entráramos al trapo al señor Townshend, y aunque tengo que dar a Everett el beneficio de la duda pues tan solo he leído algunas páginas del libro, podríamos decir que está por ver si el entrañable hombre lobo ha sido capaz de dejar atrás a pesos pesadísimos como Leonard Cohen, Bob Dylan, Billy Childish o cualquier otro que se nos ocurra y por no salirnos de la esfera del habla anglosajona. pero no entramos al trapo al señor Townshend y es aquí donde tiene su base el punto central de este artículo (o como tú lo quieras llamar). ¿se puede saber qué entiende el señor Townshend por artista? entendemos que músico, pero no tenemos la certeza, así que quizás también los pintores, los escultores, los arquitectos, los trabajadores del mimbre e incluso los ingenieros de sonido podrían ser artistas. pero sin ninguna duda, de las palabras del señor Townshend se desprende la noción de que fuera como fuere, los escritores no son artistas. de otro modo habría que entender que, según Townshend, Everett está por encima y de un plumazo de Kafka, Gombrowicz, Linspector o quien sea. pero no es esto lo que Townshend quería decir y lo que quería decir o sin querer ha dicho implícitamente ya lo hemos expuesto más arriba. solo queremos recordar que en aquellos momentos en que el mundo del arte se ha agitado, en que se ha agitado de verdad (no en que simplemente ha cambiado o ha evolucionado, como ocurriría con el descubrimiento de la matemática de la perspectiva o con la utilización de nuevos materiales en arquitectura), desde los cimientos hasta el vértice de la pirámide, esto ha sido orquestado desde la literatura y por literatos (que aparentemente no son artistas); no hay más que dar un vistazo a las vanguardias, a los orígenes del dadaísmo y del surrealismo y a su forma más característica, el manifiesto. el señor Townshend no se ha enterado de que el único arte que existe es por escrito. el resto son solo adornos aspirantes.

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